¿Qué es una SPAC?

Significado de SPAC

SPAC son las siglas anglosajonas de Special Purpose Acquisition Company, que podría traducirse como empresa con un propósito especial de adquisición. Y es que ese es exactamente el objetivo final de una SPAC: comprar o fusionarse con otra empresa.

Una SPAC es una empresa que sale a cotizar a bolsa sin ninguna actividad y con el único objetivo de captar dinero para comprar una compañía. En otras palabras, es como una empresa fantasma que no se dedica a nada, salvo a buscar otra empresa en la que invertir y con la que fusionarse.

Esta peculiar forma de salir a bolsa y recaudar dinero hace que la mayoría de SPAC tengan como cabeza visible a un inversor conocido y con experiencia. Su figura es la que atraerá el dinero y el interés de otros inversores en su salida a bolsa.

Desde la propia SEC, el organismo regulador del mercado estadounidense, han advertido que no hay que dejarse llevar exclusivamente por la fama del promotor de la SPAC para aportar capital, que sería uno de los errores clásicos al invertir1.

Cómo funciona una SPAC

El ciclo de vida de una SPAC se divide en cuatro etapas básicas1:

  1. Se crea la SPAC y se expone el proyecto de inversión de empresas.
  2. La SPAC sale a bolsa a través de un proceso de Oferta Pública de Venta (OPV), que es donde recauda fondos.
  3. La SPAC busca una empresa privada para comprar. Esta compra normalmente tendrá que aprobarla la junta de la SPAC y debe producirse en un plazo de dos años desde la salida a bolsa.
  4. La SPAC cierra la compra de la empresa seleccionada y se fusiona con ella. Dado que la SPAC cotiza, ahora la nueva compañía resultante de la fusión será la que lo hará.

Esta forma de trabajar es uno de los grandes atractivos de las SPAC para las empresas y los inversores. Para las empresas en las que invierten las SPAC, se trata de una fórmula de empezar a cotizar en bolsa más ágil que una tradicional OPV. Para algunas, es incluso la única vía de hacerlo.

Evitar la OPV tradicional también limita la incertidumbre respecto al valor de cotización. No hay que esperar la aceptación de muchos pequeños inversores porque el precio de compra se negocia con la SPAC. Además, siempre pueden beneficiarse de la experiencia de los promotores de la SPAC si deciden ocupar un puesto directivo en la empresa fusionada.

En el lado contrario, la gran desventaja de las SPAC para la empresa en la que invierten es que pueden resultar más caras y que los patrocinadores de la SPAC suelen quedarse con una importante participación de la empresa.

Para el inversor en la SPAC, este vehículo podría asemejarse a invertir en una empresa de capital riesgo, pero con la liquidez que provee la bolsa y unas directrices inversoras algo más claras. Una de las ventajas es que el inversor puede recuperar el dinero antes de la fusión de la SPAC si no está de acuerdo con ella.