Tipos de planes de pensiones

Al definir qué es un plan de pensiones nos queda perfectamente explicado cuál es su objetivo y por qué es un producto financiero tan útil para nuestro futuro. El objetivo principal de un plan de pensiones es proporcionar ingresos a una persona durante su jubilación. Por tanto, están diseñados para ayudarnos a ahorrar dinero a lo largo de nuestra vida laboral y así disponer de un complemento a lo que recibamos como pensión. De esta forma dejamos muy clara la conveniencia de tener uno.

Y es entonces cuando nos surge una pregunta clave: ¿qué tipos o clases de planes de pensiones hay y por cuál debemos decantarnos?

¿Cómo funciona un plan de pensiones?

Antes de entrar a hablar de los tipos de planes de pensiones, conviene aclarar cómo funcionan, ya que solo de ese modo entenderemos cuál es la mejor opción para cada persona.

• En primer lugar, el titular del plan realiza aportaciones periódicas o únicas a un plan de pensiones.
• A continuación, el dinero ahorrado es invertido por expertos en diferentes activos (acciones, bonos, etc.) buscando obtener rentabilidad. De ese modo, la bolsa va creciendo a lo largo de los años.
• Como ventaja hay que apuntar que las aportaciones al plan de pensiones tienen ventajas fiscales, un aspecto que los hace incluso más atractivos, dado que no se tributa por ellos hasta el momento del rescate.
• Finalmente, cuando el titular se jubila, recupera el dinero ahorrado, más las ganancias obtenidas, en forma de capital o de renta mensual, según quiera el titular.

Tipos de planes de pensiones según el promotor

Los planes de pensiones se pueden dividir en distintos tipos, teniendo en cuenta diversas clasificaciones: según el promotor, según la inversión e incluso sopesando las obligaciones.

Si nos referimos a los tipos de planes de pensiones según el promotor, hemos de destacar los siguientes:

• Planes de pensiones individuales: Son promovidos por bancos y entidades financieras, y los titulares son personas físicas. Esto es, los contratan las personas a título individual.
• Planes de pensiones de empleo: En este caso, los promotores no son los bancos y demás entidades financieras, sino las empresas, que proporcionan el plan de pensiones a sus empleados. En cuanto a las aportaciones, hay ocasiones en las que las hace la propia empresa y otras en las que se ocupa el trabajador.
• Planes de pensiones asociados: El tercero de los tipos de planes de pensiones es el que está promovido por asociaciones, sindicatos o colegios profesionales. Obviamente, los titulares son miembros de este tipo de organizaciones.

Tipos de planes de pensiones según la inversión

La segunda de las clasificaciones se refiere a la inversión que los titulares de los planes realizan. Así las cosas, los tipos de planes de pensiones serían los siguientes:

• Planes de renta fija. En este caso invierten principalmente en bonos y otros instrumentos de deuda, de manera que supone un menor riesgo para el titular, pero a la vez también proporciona menor rentabilidad.
• Planes de renta variable. Invierten en acciones, lo que implica un mayor riesgo y, como casi siempre ocurre en los productos bancarios, una mayor posibilidad de obtener una alta rentabilidad.
• Planes mixtos. Como su nombre indica, combinan inversiones en renta fija y variable, buscando un equilibrio entre riesgo y rentabilidad.
• Planes garantizados. Finalmente, en cuarto lugar, encontramos estos planes que ofrecen una rentabilidad mínima garantizada, es decir, recuperar lo que se ha invertido. No obstante, deberá esperar a la fecha de vencimiento, ya que será entonces cuando podrá recuperar el dinero.

Tipos de planes de pensiones según las obligaciones o aportaciones y prestaciones

Finalmente, la tercera clasificación para diferenciar los tipos de planes de pensiones se basa en el modo en el que se aporta capital.

• Planes de aportación definida. El titular decide la cantidad que va a aportar periódicamente —generalmente cada mes, aunque puede optarse por otros periodos de tiempo—. En ellos no se tienen presentes las prestaciones futuras.
• Planes de prestación definida. Al contrario que en el anterior, en este plan sí que se establece una prestación futura para el partícipe. Por lo tanto, la entidad promotora debe garantizarla.
• Planes mixtos. Combinan características de ambos tipos, ya que se fija la aportación periódica y además se establece una rentabilidad mínima para el titular cuando lo vaya a rescatar.

Factores a tener en cuenta para elegir el tipo de plan de pensiones

Finalmente, como complemento de lo anterior, siempre se deben tener presentes algunos factores que van a determinar la elección del plan más adecuado:

• Perfil de riesgo. Si el titular es más conservador o si prefiere asumir más riesgo.
• Horizonte temporal. Cuando se plantea la jubilación.
• Objetivos de ahorro.
• Comisiones. Conviene comparar las comisiones de diferentes planes, pues afectan a la rentabilidad final.
• Flexibilidad. Algunos planes ofrecen mayor flexibilidad para realizar aportaciones o rescatar el dinero.

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