¿Cuál es la diferencia entre el saldo real y el saldo disponible?
¿Alguna vez has realizado una compra y, después, al entrar en el banco, has visto que el saldo actual y el saldo disponible no coincidían? La razón es que el saldo real de una cuenta y el saldo disponible son dos términos distintos fáciles de confundir.
El saldo real de la cuenta, que también se conoce como saldo actual, es el dinero que se supone que tienes en la bancaria, pero que puede no reflejar todas las operaciones pendientes. Por el contrario, el saldo disponible de la cuenta es el dinero que efectivamente puedes usar y se calcula restando el saldo actual al dinero de la cuenta y sumando los cargos pendientes y el dinero retenido.
De forma resumida, el saldo real es el dinero total que hay en la cuenta y el saldo disponible es el dinero que puedes utilizar, del que puedes disponer.
¿Por qué existe esa diferencia entre el saldo actual y el saldo disponible?
La respuesta a esta pregunta está principalmente en el saldo retenido y los cargos pendientes.
Estos saldos retenidos se generan porque al realizar compras, hay empresas que no realizan el cargo directamente a la cuenta. El ejemplo más clásico son los pagos por reserva cuando alquilas un coche o un apartamento. Lo más habitual es que la empresa de alquiler te bloquee un adelanto o una fianza por el servicio, es un dinero que tienes en tu cuenta, pero del que no puedes disponer.
Los saldos retenidos también son habituales cuando compras un producto con un periodo de prueba, y lo mismo ocurre con un ingreso, que puede tardar unos días en hacerse efectivo.
¿En qué más casos puedes verlo? Las operaciones más habituales que generarán una diferencia entre el saldo actual y el saldo disponible son:
- Alquiler y reserva de coches, hoteles y apartamentos turísticos, entre otros.
- Compras online, especialmente en plataformas en el extranjero.
- Determinados medios de pago como Paypal.
- Compras en supermercados y, sobre todo, las devoluciones.
- Los peajes de carretera.
- Las retenciones de Hacienda y la administración pública para el pago de multas e impuestos.
En realidad, lo que sucede cuando haces una compra y pagas con tarjeta es que la tienda envía al banco el cargo. Nada más recibir la orden, la entidad se encarga de bloquear o retener ese dinero para hacer frente al futuro pago. Después, la tienda tiene que confirmar la orden para que efectivamente se proceda a su abono.
Hasta que lo haga, el saldo estará retenido y habrá una diferencia entre el saldo actual de la cuenta y el saldo disponible. Por tu seguridad, no podrás hacer uso del saldo retenido para que no gastes más dinero del que tienes disponible.
¿Y si llega un recibo domiciliado clave y hay saldo, pero está retenido?
En ese caso es posible que se produzca un descubierto en la cuenta. Y es que es preferible hacer frente al cargo que exponerse a que te corten la luz o el teléfono, por ejemplo.
En cualquier caso, con el agregador financiero de cuentas de Openbank podrás ver el saldo disponible y el saldo real de todas tus cuentas, sea cual sea tu entidad bancaria. Así sabrás el estado real de todas tus cuentas y podrás planificar tus finanzas sin importar la entidad con la que trabajes.
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