Cómo comprobar el IBAN
Ya han pasado más de diez años desde que las cuentas corrientes clásicas fueron sustituidas por el número internacional de cuenta bancaria, el famoso IBAN. Con su llegada, las operaciones bancarias se optimizaron, minimizando el rechazo de los pagos, reduciendo los pagos fallidos y garantizando la introducción de datos válidos que eliminen errores y mejoren los registros.
¿Qué es y cómo verificar el IBAN?
Según la web dedicada al IBA, “El IBAN consiste en hasta 32 caracteres alfanuméricos, compuesto por un código de país, dos dígitos de verificación y un número de cuenta bancaria largo y detallado, que se usa para transferencias bancarias. La estructura del IBAN se define con el estándar internacional ISO 13616-1:2007 y los dígitos de verificación se comprueban usando el estándar MOD 97 (ISO 7064).
Cada cuenta bancaria tiene un código único e irrepetible compuesto por dos letras seguidas de dos números, que preceden a las cifras de la cuenta bancaria. En España, llega hasta los 24 caracteres, pero pueden añadirse hasta 30. Y es que el IBAN se utiliza en los 36 países miembros de la SEPA o Zona Única de Pagos (todos los de la UE más otros nueve estados europeos).
Por lo tanto, calcular y verificar el IBAN es clave para que todos los procesos derivados del uso de las cuentas bancarias se realicen con total garantía. Ya que a través de los dígitos de control se usa como una manera eficaz de reducir las transacciones fallidas cuando se procesan los pagos locales e internacionales.
Pasos para comprobar el IBAN
Calcular y comprobar cuál es el IBAN de una cuenta bancaria es muy sencillo. De hecho, en el caso de Openbank se puede consultar en el Área Clientes en “Cuentas/ Recibos” o en la App Openbank, en el apartado “Cuentas y Recibos” que encontrarás en el icono inferior de la cartera.
Otra opción es comprobar el IBAN en el contrato de la cuenta bancaria o llamando por teléfono al servicio de atención al cliente del propio banco.
Beneficios de utilizar el IBAN
El hecho de utilizar este código ha supuesto un avance positivo, especialmente para los usuarios, ya que, en el pasado, en las transferencias internacionales cabía la posibilidad de perder dinero en el cambio de divisas y el pago de algunas comisiones ocultas. Sin embargo, con la puesta en marcha de este código y con la unificación llevada a cabo desde entonces, las comisiones y los tipos de cambio son reales y justos, el movimiento del dinero más veloz y eficaz, y la seguridad también ha mejorado considerablemente.
Además, se ha logrado un formato uniforme –con las ventajas que eso implica–, se facilita la integración y compatibilidad entre los sistemas bancarios de distintos países, se mejora la eficiencia en el procesamiento de las transacciones y, en definitiva, proporciona una mayor transparencia y seguridad.
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