¿Cómo elegir el mejor fondo de inversión? Guía rápida

El mercado ofrece cientos de fondos de inversión, por lo que a veces puede ser complicado para un inversor descubrir cuál es el mejor fondo de inversión para él o el más adecuado para cumplir sus objetivos. Te aconsejamos hacerte estas preguntas antes de elegir.

¿Sabes qué tipo de inversor eres?

Lo primero que debes hacer a la hora de afrontar una operación de este tipo es determinar qué tipo de inversor eres. Antes que nada, debes saber si eres un inversor minorista o inversor profesional.

Según determina la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)1, el inversor minorista es aquel que tiene menos conocimientos y experiencia en los mercados de valores, una calificación que corresponde a la gran mayoría de los particulares y que permite obtener un mayor grado de protección.

Por el contrario, un inversor profesional es el que dispone de conocimientos y experiencia en el mundo de la inversión suficientes como para comprender los riesgos.

Conoce tu perfil de inversor según el riesgo que puedes asumir

El siguiente paso para elegir el mejor fondo de inversión es determinar tu perfil inversor en función del riesgo que estás dispuesto a asumir. En líneas generales, existen tres perfiles de inversor: conservador, agresivo y equilibrado o medio2:

  • Conservador. Aquí se encuentran los que quieren asumir un riesgo de pérdida muy bajo, pese a que esa decisión implique obtener una menor rentabilidad.
  • Agresivo. Los agresivos son todo lo contrario: no tienen miedo a perder toda o parte de su inversión en determinados momentos con tal de obtener una rentabilidad más elevada.
  • Equilibrado. En el medio se encuentran los equilibrados, que son capaces de soportar un cierto riesgo a cambio de optar por una posible rentabilidad mayor.

En función de la categoría en la que te encuentres más cómodo, deberás elegir un fondo de inversión más arriesgado (por ejemplo, de renta variable) o menos (como un fondo de rentabilidad objetivo). Dado que existen muchos tipos de fondos, conociendo tu aversión al riesgo es fácil encontrar el adecuado.

¿Qué rentabilidad buscas?

Una máxima del mundo de la inversión dice que podrías obtener mayor rentabilidad cuanto más riesgo asumas. De esta forma, si tu objetivo son retornos de dos cifras, no tendrás más remedio que acudir a fondos más arriesgados, como los que invierten en renta variable. Por el contrario, si te vale con un 3 % tendrás a tu disposición los fondos monetarios, es decir, aquellos que no tienen ningún tipo de exposición a la renta variable.

Y aunque, como dice otra máxima del sector, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, siempre es útil consultar cómo se ha comportado en el pasado el fondo que quieras elegir. En la web de Inverco3 podrás conocer las rentabilidades de las diferentes categorías de fondos para que te hagas una idea. Además, en la web de tu entidad, como por ejemplo, en la de Openbank, podrás consultar los retornos pasados de un determinado fondo.

¿Inversión a corto plazo o inversión a largo plazo?

También es importante que reflexiones sobre el tiempo que quieres mantener tu inversión. Cada fondo invierte en un tipo de activo y algunos son más volátiles que otros. En el caso de que te decidas por un fondo volátil, sería más interesante mantener tu inversión durante un tiempo largo, para que las posibles pérdidas puedan compensarse con posibles ganancias.

¿En qué producto de inversión quieres invertir?

Una de las ventajas de que existan tantos fondos de inversión en el mercado es que se puede elegir en qué temáticas se quiere enfocar la inversión. Por ejemplo, es posible encontrar fondos especializados en mercados emergentes o en ciberseguridad, o bien en tecnología, energía, o materias primas.

¿Cuántas comisiones se pagan en un fondo de inversión?

A la hora de elegir un fondo, es importante que tengas en cuenta las comisiones que tendrás que pagar por su gestión. Hay diferentes tipos de comisiones que deberás conocer4: de gestión y depósito (por la gestión y mantenimiento del dinero en el fondo), de suscripción y reembolso (por aportar dinero o recuperarlo) o, en ocasiones, de cambio de inversión de un compartimento a otro.

Ten en cuenta que no siempre serán las mismas. En general, suelen calcularse con un porcentaje sobre la inversión total, por lo que dependerán de cuánto dinero aportes. También, del tipo del fondo, pues las comisiones serán diferentes si inviertes en un fondo indexado o de gestión pasiva (que simplemente replica un índice) o en uno de gestión activa (que requiere de las habilidades de un gestor).

¿Invertir en Fondos indexados o en fondos de gestión activa?

Precisamente esa es otra de las decisiones importantes a la hora de elegir un fondo. Es decir, debes decidir entre gestión pasiva o activa. En la primera, el fondo se dedica a replicar el comportamiento de un determinado índice, con la misma composición de empresas que tenga. En la gestión activa, por el contrario, un gestor va seleccionando las compañías en las que se invierte, así como el peso que debe tener cada una de ellas.

Los fondos de gestión activa, como es lógico, cobran comisiones más elevadas. La parte positiva es que no son opciones excluyentes, dado que en una misma cartera se puede contar con fondos gestionados activamente y otros pasivamente.

Ten en cuenta que toda inversión conlleva riesgos, incluidos el riesgo de ausencia de rentabilidad, pérdida del capital invertido y/o el riesgo de tipo de cambio para los productos denominados en divisa distinta del €.

Antes de contratar consulta el nivel de riesgo y la información de cada uno de los Fondos de Inversión comercializados por Open Bank, S.A. detallado en el Folleto Informativo o Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (DFI) de cada uno de los Fondos de Inversión, disponible en www.openbank.es y www.cnmv.es.