Tarjeta para pagar en el extranjero
Viajar al extranjero puede traer consigo la preocupación de cómo gestionar los gastos de manera segura y conveniente. Usar una tarjeta para pagar en el extranjero ofrece diversas ventajas, desde seguridad hasta eficiencia, y cuando se combina con aplicaciones de pago móvil, estas ventajas se multiplican. A continuación, analizamos los beneficios de utilizar tarjetas en el extranjero y cómo se potencian al vincularlas con aplicaciones móviles de pago.
Las vacaciones de verano es uno los momentos más esperados del año. En muchos casos, los viajes que se van a realizar se preparan cuidadosamente meses antes para tener los principales aspectos totalmente organizados: alojamiento, transporte, dietas, etc., pero a última hora siempre surgen dudas en función del destino elegido. Una de las más habituales cuando se viaja al extranjero es si se podrá pagar con tarjeta de crédito, a lo que suma ahora si podrás seguir pagando con el móvil, donde muchos tienen instaladas aplicaciones de pago.
Y es que, en los viajes al extranjero, las incertidumbres sobre la forma de pagar siempre son un clásico. Muchas personas optan por llevar efectivo —especialmente si el país al que se va tiene una moneda diferente, ya que algunas entidades cobran por pagar o sacar dinero en el extranjero si hay que cambiar divisa—; otras personas prefieren utilizar la tarjeta, por comodidad y porque, en caso de robo, se puede bloquear. Algunos bancos, como Openbank, disponen incluso de un sistema de Card Control que permite apagar las tarjetas desde la app o la web. Pero en la actualidad disponemos de una tercera opción, que es la de pagar con tu tarjeta a través del móvil en el extranjero (o con el smartwatch).
Comodidad y seguridad sin necesidad de dinero en efectivo
Una de las principales ventajas de pagar con tarjeta en el extranjero es evitar la necesidad de llevar efectivo en grandes cantidades. Este aspecto reduce el riesgo de pérdida o robo y permite una mayor libertad al moverse por distintos países. En lugar de preocuparse por el cambio de moneda o por localizar casas de cambio, una tarjeta permite realizar pagos directamente en la moneda local del país en el que te encuentres. Además, la mayoría de las tarjetas incluyen seguros contra fraudes, lo que protege tus fondos en caso de cargos no autorizados.
Por otro lado, la tarjeta física puede ser vulnerable al robo o pérdida, pero esto se minimiza al integrarla con aplicaciones de pago móvil. Al utilizar una aplicación como Apple Pay o Google Pay, la tarjeta se vincula directamente al dispositivo, por lo que no es necesario llevar la tarjeta física, evitando que se pierda o caiga en manos de terceros.
Seguridad extra y facilidad de uso con aplicaciones de pago móvil
Como ya hemos contado, los pagos con el móvil permiten escanear nuestras tarjetas de crédito y débito y añadirlas de forma segura dentro del móvil. Mediante el uso del chip NFC (Near Field Communication) de nuestro smartphone, se realiza el pago a través de terminales contactless, de forma similar a como hacemos con las tarjetas convencionales sin contacto.
Vincular una tarjeta a aplicaciones de pago móvil añade una capa adicional de seguridad y comodidad. Las aplicaciones como Apple Pay o Google Pay utilizan tecnologías avanzadas de tokenización que reemplazan los datos de la tarjeta por códigos únicos, protegiendo la información personal durante las transacciones. Además, estas aplicaciones suelen requerir autenticación biométrica, como reconocimiento facial o huella dactilar, o un PIN, asegurando que solo el propietario del dispositivo pueda autorizar las transacciones.
Esta modalidad, más cómoda y de uso cotidiano para muchas personas, se puede seguir utilizando en cualquier país. El único requisito para poder hacer uso de ella es que el comercio en el que se va a realizar la compra disponga de un terminal que permita el pago sin contacto o contacless. Además, por supuesto, de tener instalada y activada la opción de pago con el móvil, a través de los distintos servicios de pago móvil que existen en el mercado o la de tu entidad financiera, ya que algunos bancos cuentan con su propia aplicación.
Asimismo, algunas entidades, como Openbank, dan la opción de activar o desactivar el pago fuera de España, así que, en esos casos, también habrá que asegurarse de que están autorizados los pagos en el extranjero.
En lo que respecta a si es necesario disponer de conexión a internet – algo que en el extranjero preocupa por el coste extra que puede suponer la conexión a la red en algunos países— el móvil se conecta haciendo uso de la tecnología NFC, por lo que —salvo algunas excepciones— no será necesario conectarse a internet para terminar la operación.
El uso de estas aplicaciones es rápido y sencillo, y permite realizar pagos con solo acercar el móvil a un terminal compatible. Esto resulta especialmente útil en situaciones en las que el contacto físico es limitado o cuando el comercio no dispone de una infraestructura adecuada para el manejo de efectivo. La tecnología de pago sin contacto también reduce el tiempo en la caja y agiliza las compras, lo cual es ideal en destinos turísticos con alta afluencia.
Control de gastos
Finalmente, otra ventaja importante de utilizar una tarjeta para pagar en el extranjero a través de una aplicación de pago móvil es la posibilidad de acceder a los movimientos de cuenta en tiempo real. La mayoría de las aplicaciones permiten recibir notificaciones instantáneas de cada transacción, lo cual facilita el control de los gastos y permite mantener un registro actualizado del presupuesto. Esto también permite identificar cualquier movimiento inusual de inmediato y actuar en consecuencia, brindando una experiencia de viaje mucho más tranquila y controlada.
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