Rentabilidad por dividendo
Cuando invertimos en bolsa, el rendimiento de las acciones puede proceder de dos vías. Por un lado, de la subida o bajada del precio de cotización de dicha acción y, en algunos casos, también del reparto de dividendos entre los accionistas1.
El dividendo es la parte de los beneficios que la Junta General de Accionistas de una compañía decide repartir entre sus accionistas a propuesta del Consejo de Administración2. A través del pago del dividendo, los accionistas reciben un importe -en función del número de acciones del que sea propietario cada accionista y del dividendo acordado en la Junta-. Supone, por tanto, una remuneración extra a la potencial revalorización de la acción en bolsa, en caso de que llegara a producirse.
No obstante, conviene señalar que no todas las compañías cotizadas reparten dividendos. Sin embargo, en las que sí lo hacen es un elemento más a valorar. Y los analistas suelen utilizar como indicador para comparar compañías que reparten dividendos lo que se denomina rentabilidad por dividendo.
La rentabilidad por dividendo, que se expresa en porcentaje, es el cociente entre el dividendo por acción anual de la compañía y el precio de la acción3. Sin embargo, este cálculo a veces varía en función de la fórmula aplicada y mientras que unos expertos utilizan los dividendos repartidos en los 12 meses anteriores, otros optan por utilizar una proyección de los dividendos esperados en los próximos 12 meses. Y algunos incluso se decantan por utilizar el dividendo trimestral más reciente y multiplicarlo por cuatro3.
Además de variar la fórmula de cálculo en relación con el periodo de dividendo utilizado, hay que señalar que la rentabilidad por dividendo cambia constantemente debido a las variaciones experimentadas por el precio de la acción.
¿Qué es el pay-out ratio?
Para valorar una empresa que reparte dividendos, los analistas suelen analizar, además de la rentabilidad por dividendo, otro indicador denominado pay-out ratio, que es el porcentaje de los beneficios que la compañía destina al pago de dividendos, expresada como un porcentaje de las ganancias totales de la empresa4. Los expertos la utilizan para valorar la sostenibilidad del programa de pago de dividendos de una empresa.
Su cálculo se realiza dividiendo los dividendos totales que se pagan entre los ingresos netos generados. Otra forma de expresarlo es calcular los dividendos por acción y dividirlos por la cifra de beneficios por acción.
En líneas generales, cuanto mayor sea el pay-out ratio, especialmente si supera el 100 %, más se cuestiona su sostenibilidad. Por el contrario, una tasa de pago baja puede indicar que una empresa está reinvirtiendo la mayor parte de sus beneficios en operaciones en expansión4.
Por tanto, la combinación de ambas variables –pay out y rentabilidad por dividendo- ofrece a los analistas una fotografía de la sostenibilidad del pago de los dividendos de una compañía y la rentabilidad que pueden obtener, respectivamente, independientemente de los retornos que se puedan generar por la potencial revalorización del precio de la acción en bolsa.
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