Hipotecas para una persona, ¿es posible solicitarla si eres soltero?

Solicitar un préstamo hipotecario a una entidad financiera siempre lleva implícito cumplir con unos determinados requisitos que, a priori, parecen más fáciles de cumplir si dicho crédito se solicita en pareja. Sin embargo, los solteros también pueden acceder a una hipoteca o también traer su hipoteca, y además pueden evitar otras cuestiones que pueden surgir si se solicita entre dos personas.

A menudo, muchas personas solteras se quejan de tener que pagar la denominada single rate o tasa de los solteros, que consiste en que, por ejemplo, en el supermercado es más caro comprar para una persona sola que adquirir un envase que contenga más género (pack familiar) o en un restaurante que existan platos que como mínimo sean para dos personas (arroces).

Hipoteca para una persona: solvencia económica

Sin embargo, a la hora de pedir un préstamo no sucede exactamente lo mismo. El requisito más importante para acceder a una hipoteca es la solvencia económica. Si una persona cuenta con un sueldo amplio que permita hacer frente holgadamente a la cuota de la hipoteca, la entidad no debería poner inconvenientes en este aspecto. En concreto, lo ideal es que solo deba destinarse entre un 35 % y un 40 % al pago del préstamo.

Asimismo, los bancos financian como máximo el 80 % de la vivienda, por lo que el solicitante deberá contar con unos ahorros que permitan abonar el 20 % restante del inmueble. A favor, puntúa también no poseer ningún otro tipo de deuda o crédito. Es cierto que es más fácil cumplir con estos requisitos entre dos personas, pero si una persona sola cuenta con ellos, podrá acceder a un préstamo hipotecario con las mismas condiciones que una pareja.

Y lo mismo sucede, con los gastos. Los solteros deben hacer frente de forma individual a los gastos de la hipoteca, como los costes de tasación. No obstante, es cierto que las viviendas que adquieren los solteros suelen ser generalmente más pequeñas y este importe es proporcional a los metros cuadrados del inmueble. Pero en cualquier caso, deben de tener en consideración este pago y disponer de la cuantía necesaria para pagarlo.

Garantías solicitadas en hipotecas para solteros

En el caso de solicitar una hipoteca siendo soltero, puede darse el caso de que la entidad demande unas mayores garantías. No en vano, en el momento de valorar los riesgos de conceder el préstamo, el banco puede considerar que el riesgo de que el solicitante no pueda hacer frente al pago del crédito en un momento dado puede ser mayor. Por ejemplo, cuando una pareja solicita una hipoteca y acreditan tener dos sueldos para abonarla, si uno de los dos se quedara en situación de desempleo, es posible que con el sueldo de una de las personas y la prestación de desempleo de la otra (si corresponde) puedan seguir pagando la hipoteca. En el caso de una persona sola, si se queda en paro, quizá no pueda pagar el préstamo, aunque cobre la prestación por desempleo. En este caso concreto, la ‘soltería’ puede suponer una desventaja.

Por el contrario, en lo que respecta a las implicaciones legales que conlleva solicitar una hipoteca, hacerlo soltero puede llegar a ser una ventaja, ya que cumplir con lo establecido en el contrato de la hipoteca y en la ley, depende exclusivamente de sí mismo. En el caso de los matrimonios, los aspectos legales de una hipoteca están perfectamente regulados, al igual que en el caso de dos personas que no estén casadas. Si el inmueble se adquiere en régimen de copropiedad (es decir, al 50 % cada uno de los solicitantes), los deberes y derechos son compartidos en igual proporción. Sin embargo, si la adquisición no es a partes iguales, conviene además de especificar la proporción, alcanzar un acuerdo previo (y formalizarlo ante notario) sobre las implicaciones que podría tener, por ejemplo, el impago o la insolvencia de una de las partes, la ruptura de la relación o el fallecimiento de uno de los solicitantes.

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