Blue chips, chicharros y farolillos rojos en bolsa
En todas las bolsas del mundo se negocian los títulos de miles de valores, pero no todos son iguales. Algunos son más volátiles, otros corresponden a compañías grandes y estables... Y entre los tipos que se pueden encontrar en el mercado están los blue chips, los chicharros y los farolillos rojos. Términos que forman parte de la jerga habitual de los inversores en Bolsa.
¿Qué son los blue chips?
Los conocidos como valores blue chips son aquellos que son muy estables y sólidos, que corresponden a grandes empresas con resultados sostenibles y que no suelen ser víctimas de una gran volatilidad, lo cual no quiere decir que no puedan sufrir fuertes caídas en algún momento determinado.
Son los que corresponden a compañías que suelen dar beneficios recurrentes a lo largo del tiempo y que, por tanto, son vistos por los inversores como interesantes para invertir a largo plazo sin correr riesgos1 más que para obtener una rentabilidad rápida. Además, se suele tratar de compañías con una gran capitalización bursátil y que abonan dividendos altos. Dentro del Ibex 35, los inversores tienden a considerar blue chips a valores como Santander, Inditex, Iberdrola, Telefónica o BBVA.
Esta denominación de blue chips data de los años treinta del pasado siglo y proviene de las fichas de casino con mayor valor, que reciben este famoso nombre2.
¿Qué es un valor chicharro en la bolsa?
Un valor considerado chicharro es todo lo contrario. Se designa con este término a aquellos valores que suelen tener un alto riesgo y casi siempre corresponden a pequeñas compañías inmersas en una crisis3.
Son, en general, valores con cotizaciones muy bajas, poca liquidez y una muy elevada volatilidad, pues suelen experimentar a diario fuertes subidas y fuertes bajadas. Algo que las hace, al contrario que a los blue chips, muy aptas para el trading. Eso sí, pueden tener etapas de caídas en picado, por lo que es recomendable la cautela4. Desde luego, no se aconsejan para inversores con alta aversión al riesgo. Además, no suelen pagar dividendo o lo hacen con menos predictibilidad que los valores considerados más sólidos.
La denominación de chicharro proviene, precisamente, del nombre de este pescado, que es considerado barato y de baja calidad.
En realidad, tanto los blue chips como los chicharros hablan de dos maneras diferentes de invertir en bolsa, pero igual de válidas: la que busca una rentabilidad rápida e inmediata y la que prefiere beneficiarse del retorno de un valor sólido, aunque sea a largo plazo.
¿Qué son los farolillos rojos?
Al margen de los tipos de valores por su percepción por parte de los inversores, existen otros conceptos que son muy habituales en la jerga bursátil. Es el caso del término farolillo rojo, que no solamente se utiliza en la Bolsa.
De hecho, su nacimiento se produce en el mundo del ciclismo5, donde se denomina con este concepto (del francés "lanterne rouge") al corredor que acumula el peor tiempo. Con los años se ha ido extendiendo su uso para referirse a aquel que queda el último en la clasificación de otros deportes.
Pues en la Bolsa el concepto es similar. El farolillo rojo de una sesión, de una semana, de un mes o de un año es aquel que registra el peor resultado, es decir, aquel que marca las mayores caídas dentro de un índice.
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